Recorrer Garde
¿Qué visitar? Te proponemos a continuación lugares de especial interés en tu recorrido por Garde. El enclave natural de la villa, situada en el barranco del río Gardalar en pleno corazón del Valle de Roncal, le dota de una belleza sin igual. Sus parques verdes y extensos, las calles empedradas y las casas con mucha historia, son testigos del paso de los años en este rincón privilegiado del Pirineo. Deseamos que este itinerario sirva de apoyo al visitante para recorrer Garde con toda la información necesaria.
Monumento natural Nogal
Este viejo nogal, especie spp. Juglans regia, de extraordinario porte situado en la entrada de Garde, fue declarado monumento natural en 1991.
La proyección de la copa es de 30×24 metros y está ligeramente inclinado hacia las aguas del río Gardalar.
Antiguamente, las familias de Garde tenían frente a sus casas un nogal, recibiendo cada árbol el nombre de la casa, de forma que así se identificaba la propiedad del mismo.
Si vienes a Garde a finales de verano, encontrarás todos los nogales que pueblan la villa cargados de sus estupendos y deliciosos frutos.
Puedes descargar su ficha de Monumento Natural
Estatua de Pedro Navarro
Pedro Bereterra, insigne vecino de Garde nacido en 1460, conocido más comunmente como Conde Pedro Navarro, fue pastor en su juventud pero pronto incitado por sus ganas de viajar, marchó a Italia con unos mercaderes genoveses. Estando allí, entró al servicio del Reino de Nápoles, y participó en numerosas guerras. Fue entonces cuando se ganó su fama de estratega al inventar las minas terrestres para atacar las fortificaciones.
En su larga carrera militar tuvo un tiempo a parte, que dedicó a la piratería en el Mediterráneo, hasta que volvió a filas y finalmente fue reconocido con el Condado de Oliveto por el Gran Capitan, Fernando el Católico.
En Garde se le rindió homenaje instalando un monumento a su persona cuya inauguración fue el 25-07-1929 en la plaza del Nogal monumental. Más tarde, la estatua se trasladaría al interior del parque contiguo.
Iglesia de Santiago Apóstol
Siglo XVI. La Iglesia de Garde es de estilo gótico-renacentista, destaca por su sobriedad con su torre en tiempos defensivos y los contrafuertes que sustentan los muros. La nave contiene una cubierta de bóvedas estrelladas y coro alto sobre arco muy rebajado. El retablo mayor, de estilo churrigueresco, fue el primer intento de gran retablo barroco en el valle de Roncal. Dedicado al Apóstol Santiago, fue contratado en 1697 a Juan de Baynes, maestro de Isaba, para sustituir al otro que se había quemado, y posteriormente fue dorado por Joaquín Suescun. También es del mismo momento (1710) el altar consagrado a los mártires Félix y Amadeo, encargo realizado por el ilustre Hijo de la Villa, Domingo Pérez de Atocha y Maisterra.
Más información sobre el retablo mayor de Garde aquí
La momia, San Bonifacio
La iglesia guarda los supuestos restos momificados de un santo, al que se conoce con el mismo nombre pero al que se le adjudican distintos apellidos.
Para unos, se trata de Bonifacio de Tarso, decapitado en Asia en el año 306. Para otros. de Bonifacio de Mainz, considerado el «padre» del árbol de Navidad.
Las casas blasonadas y Casa Julián Gayarre
Recorrer las calles empedradas de Garde es, adentrarse sin duda, en tiempos pasados. Las casas construidas en madera y piedra y con los tejados a dos o cuatro aguas, son herencia de las construcciones típicas pirenaicas de la zona. Son de notar las casas señoriales distinguidas con blasones o escudos muy singulares. Estas casas, normalmente de dos o tres pisos, fueron edificadas en sillarejo reforzado con sillar en los ángulos y vanos. Sus puertas de entrada, o bien de arco apuntado o bien de formas adinteladas con viga con voladizos de piedra, son predominantes. Las chimeneas cilíndricas también son herencia de la zona y en algunos casos se observan balcones de madera colgados de los aleros. Ejemplos de construcciones dignas de mención son la casa de Martín Txipi, situada frente al Ayuntamiento, casa Beltrán en el barrio Iriondoa y casa Gayarre en el barrio Iriburía, esta última famosa por habitar en ella el abuelo del tenor Julián Gayarre
Lavadero
El antiguo lavadero público de Garde fue mucho más que un lugar donde lavar la ropa, fue un punto de encuentro donde congregaban las mujeres que acudían con los cestos y calderos y la pastilla de jabón.
Aunque no se tiene constancia de la fecha exacta de su construcción, los lavaderos públicos en general, se construyeron en el siglo XVIII, dando alivio para las espaldas de todas esas mujeres que se agachaban al río.
Con la llegada de la lavadora, que fue inventada en 1901, aunque no llegó a los hogares hasta los años 60/70, los lavaderos quedaron en segundo plano pasando a formar parte del patrimonio cultural de muchos pueblos.
El lavadero público de Garde se encuentra en perfecto estado y puede ser visitado libremente.
Puente de madera sobre el río Gardalar
Este característico puente, construido a principios de los años 90, da acceso al Camping municipal de Garde, situado en el otro margen del río Gardalar. El puente ha sido testigo de crecidas importantes del Gardalar, cuyas aguas han saltado su suelo.
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Ermita de Zuberoa
Siglo XVI. Dentro del patrimonio monumental de Garde es de destacar esta ermita situada en el monte Calveira a unos 3 km del pueblo y que brinda unas espectaculares vistas del valle. Se puede acceder a ella o bien en coche o a través del bonito sendero señalizado en un ascenso de menos de una hora de duración. Cuatro son las romerias que recibe en su honor a lo largo del año la Virgen de Zuberoa, talla románica del siglo XIII, que fue encontrada según cuenta la tradición en 1569 por un toro. La nave de la ermita tiene planta de cruz latina y contiene tres retablos y un púlpito barroco.
Conoce su tradicional leyenda aquí
Ermita de Nabarzato
Nabarzato era la octava villa roncalesa hasta mediados del siglo XIII cuando quedó despoblada. Situada entre los pueblos de Garde y Roncal en un paraje bastante recóndito queda tan sólo su iglesia, ahora ermita dedicada a San Sebastián. Su acceso se realiza a pie a través de sendero señalizado. Desde Garde la distancia son 2 km y la duración del recorrido es de aproximadamente 2 horas ida y vuelta con un pequeño descanso disfrutando de sus vistas y reconociendo las ruinas que rodean a la antigua villa. Se puede también completar la circular hasta Roncal y volver a Garde por la carretera, en un paseo aproximado de 5 horas. Cualquier época del año es buena para acercarse y disfrutar de su atractivo.
Más información sobre el sendero homologado aquí
La Villa de Garde, pertenece a la Merindad de Sangüesa en la Comarca de Roncal-Salazar. Cuenta con una población actual inferior a los 100 habitantes durante los meses fríos, sin embargo, en época estival, se registra un incremento muy significativo de población, al concurrir mucha gente que encuentra aquí sus raíces o viene a pasar sus vacaciones. Familiares y allegados y amigos en general de este pequeño rincón del Pirineo situado en el Valle de Roncal, hacen de Garde un lugar social de estancia memorable.